Nerio Rojas: un médico humanista. (A.G.N.)
Nacido en Santiago del Estero el 7 de marzo de 1890, Nerio Rojas egresó con Diploma de Honor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires en 1913. No fueron años fáciles los de su juventud, dado que no provenía de una familia acaudalada y que su padre, Absalón Rojas –quien fuera diputado, senador nacional y gobernador de la provincia-, falleció tempranamente. Pero pudo estudiar, sin embargo, y una vez recibido de médico se estableció en Mercedes, provincia de Buenos Aires, donde instaló su primer consultorio. Por entonces Nerio Rojas era un joven que lucía una romántica melena y, por influencia de su hermano Julio, que era abogado, comenzaba a interesarse por la Medicina Legal. Esta vocación cristalizó, junto con el cultivo entusiasta de las humanidades, en su tesis sobre "La literatura de los alienados", oportunamente distinguida con el premio Eduardo Wilde como la mejor tesis de Medicina Legal, psiquiatría e Higiene.
En 1918 se adscribió a la Cátedra de Medicina Legal, y al año siguiente viajó a Francia, inscribiéndose en la Universidad de París, donde realizó varios cursos sobre la materia y también estudió Psiquiatría y Neurología. Para obtener el título de Médecin Legiste, en 1920, debió presentar un trabajo titulado "Examen des taches d'urine", publicado en los Annales de Medecine Legale et de Criminologie de París, en 1922. De regreso a la Argentina fue nombrado Profesor Suplente de la Cátedra de Medicina Legal, en 1923, y Profesor Titular en 1924, cargo que desempeñó hasta 1946, cuando presentó su renuncia tanto a la Cátedra como también al decanato de la Facultad de Medicina, a la cual accediera el año anterior. En 1955 regresó a la Facultad, pero con el cargo de Interventor, desplegando entonces una intensa actividad, ampliamente reconocida por la comunidad profesional y académica.
El doctor Nerio Rojas en la presentación de uno de sus libros.
Autor de varios libros clásicos en su materia, desde muy joven Nerio Rojas manifestó el llamado de las humanidades, como lo prueban los títulos de una serie de notas que remitiera durante su estancia en París y publicara el matutino La Nación. En efecto, "Los trastornos mentales de guerra", "Reeducación de mutilados", "La moda de la locura", entre otros escritos, profetizaban no sólo al brillante profesional, sino también al político que asumiría crecientes compromisos y responsabilidades – fue diputado nacional durante los períodos 1942-1949 y 1960-1962- preservando el sentido más noble y trascendente de esa actividad. Incluso en su discurso de incorporación a la Academia Nacional de Medicina, el 11 de octubre de 1956, en el sitial número 29, el doctor Nerio Rojas se refirió a su padre, destacando que aquel ejemplo había sido la clave virtuosa para su buen desempeño político: "Yo no lo recuerdo – dijo-, porque prácticamente no conocí a mi padre, que falleció cuando yo tenía tres años y nada recuerdo de él, pero, eso sí sé desde niño, que presidió la casa de la memoria de su nombre y su gran autoridad en la política y que murió pobre después de haber tenido en sus manos todos los poderes posibles para enriquecerse".
Disertando en un Congreso Internacional de su especialidad. 1950. (A.G.N.)
Nerio Rojas reconocía como maestros en su especialidad a los argentinos José Ingenieros, Domingo Cabred, José Borda y Amable Jones, y a los franceses Víctor Balthazard y Ernest Dupré.
El doctor Nerio Rojas habla en el acto realizado en su honor, en la Cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Ciencias Médicas, con motivo de cumplirse sus bodas de oro con la profesión. 21 de mayo de 1963. (A.G.N.)
Fue un estudioso infatigable durante toda su larga vida- falleció octogenario, en 1971-, que se definía a sí mismo no como un filósofo, sino como "un médico de largo ejercicio profesional" que se había aproximado "al arte, a la literatura, a la arqueología, a la historia, a la filosofía y a la metapsíquica". Y libros como Medicina Legal, El diablo, la locura y otros ensayos, o El hambre, son testimonios de semejante aproximación.
Fuente: Roemmers. 90 años junto a la medicina argentina. TOER EDICIONES.