El doctor Bernardo A. Houssay en su laboratorio. (Museo Bernardo A. Houssay)
Toda reseña biográfica de quien fuera distinguido por la Real Academia de Suecia con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1947 incurrirá en un exceso de síntesis, en una suerte de abreviatura desbordante de omisiones. Y esto es así porque el doctor Bernardo Alberto Houssay, nacido en el seno de una familia de origen francés el 10 de abril de 1887, alcanzó la posición de quienes ya no son considerados maestros, sino maestros de maestros, inscribiendo su nombre en la privilegiada nómina de los investigadores más importantes del siglo xx.
Houssay en la Cena de Honor para los galardonados con el Premio Nobel. Estocolmo, 1947. (M.B.H.)
Dotado de un intelecto superior, a los pocos meses de haber comenzado a cursar el ciclo primario debieron inscribirlo en quinto grado, dada su inteligencia extraordinaria. Y tras aprobar velozmente el nivel secundario concluyó la carrera de farmacéutico en cuatro años. Sus compañeros lo llamaban "el francés" y su condición de estudiante sobresaliente no fue obstáculo para que también practicara deportes- especialmente el remo, el fútbol y el rugby- con relativa intensidad. En 1911 Houssay tenía sólo veinticuatro años y ya era doctor en Medicina con Diploma de Honor, naturalmente, y había comenzado su brillante carrera académica, desempeñándose entre 1907 y 1915 como Ayudante y luego Jefe de Trabajos Prácticos en la Cátedra de Fisiología. Paralelamente, entre 1910 y 1919 fue catedrático de esa materia en la Facultad de Veterinaria y, entre 1915 y 1919, ejerció la Jefatura de Patología del serpentario del Instituto Bacteriológico.
Equipo de hipertensión del Doctor Houssay (al centro). Lo rodean los doctores Foglio, Braun Menéndez, Muñoz, Taquini, Pasciola y Leloir. (M.B.H.)
Casado con María Angélica Catán – con quien tuvieron tres hijos: Alberto, Héctor y Raúl-, el doctor Bernardo Houssay, pese a las absorbentes tareas propias del investigador tenaz, logró disfrutar de una vida familiar plena y armoniosa. Sus hijos recuerdan que paseaba con ellos los domingos para visitar el zoológico o las casas de sus hermanos en Olivos y Devoto. Durante las vacaciones, Houssay los llevaba al que por entonces era un pequeño balneario uruguayo, Punta del Este, que le habían recomendado unos amigos; alternaba ese destino con Mar del Plata o con los campos de unos parientes en la provincia de Buenos Aires, sitio este último que lo atraía especialmente porque allí podía entregarse a largas cabalgatas.
Así fue la vida del doctor Houssay: simple en su riqueza, y austera. Profesor titular (períodos 1919-1943 y 1945-1946) en la Facultad de Medicina, en esa alta casa de estudios ejerció la dirección del Instituto de Fisiología, donde realizó gran parte de sus destacables investigaciones, en especial las referidas al funcionamiento de la hipófisis, sus relaciones con el metabolismo de los carbohidratos y las disfunciones de dicha glándula, que le valieran el merecido reconocimiento mundial. Más aún, recibió el Premio Nobel, según los considerandos de la resolución de la Academia de Suecia, en mérito al "descubrimiento del papel de la hormona del lóbulo anterior de la hipófisis en el metabolismo de los carbohidratos". Los resultados de esas investigaciones habían sido presentados en la Sociedad Argentina de Biología y también, traducidos por el propio Houssay, dados a conocer en los Comptes redus de la Société de Biologie de Francia.
Con el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en la Casa Blanca. 1962. (M.B.H.)
La nómina de los títulos más importantes obtenidos por Houssay, así como también la de los premios que recibiera, excederían largamente la extensión de esta reseña. Pero no puede omitirse que fue Miembro Titular de las academias argentinas de Medicina (de la cual ocupó la Presidencia), Letras y Ciencias Morales y Políticas de Buenos Aires, que fue Doctor honoris causa en Medicina de las universidades de París, Ginebra, Montreal y Lyon, entre otras, y Doctor honoris causa en Ciencias de las universidades de Oxford, Harvard y San Pablo. En 1934 fue uno de los socios fundadores de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, entidad que luego inspiraría la creación del CONICET, el cual presidió desde 1948 a 1971, el año de su muerte. Respecto de los galardones y recompensas, además del Premio Nobel, recibió entre otros el Premio Nacional de Ciencias (1923), el Charles Mickle Fellowship de Toronto, Canadá (1945), el Research Award de la American Pharmaceutical Manufacturer's Associations (1947), y la medalla James Cook, otorgada en 1948 por la Royal Society of New South Wales de Sidney, Australia.
El doctor Bernardo Houssey falleció el 21 de septiembre de 1971.
Fuente: Roemmers. 90 años junto a la medicina argentina. TOER EDICIONES