Doctor Pedro Escudero.1940. (A.G.N.)
PEDRO ESCUDERO: Nacido en Buenos Aires el 11 de agosto de 1877. El doctor pedro Escudero definió su vocación cuando cursaba el bachillerato en el Colegio Nacional Central y fue alumno del doctor Ángel Gallardo. Era todavía estudiante en la Facultad de Ciencias Médicas (de la cual egresó con Diploma de Honor en 1902) cuando desempeñó sus primeros cargos de responsabili-dad, como el secretario general del Círculo Médico Argentino y secretario de redacción de los Anales que publicaba la entidad. Apenas graduado, el doctor Pedro Escudero instaló su consultorio en Barracas al Norte, una barriada proletaria en la cual despuntó su preocupación por lo social. Durante 12 años mantuvo abierto allí su consultorio, y jamás repudió tal experiencia; antes bien, en muchos de sus varios centenares de artículos destacó positivamente la labor de los médicos de barrio, quienes ejercían la profesión en condiciones precarias y con recursos limitados.
Jefe de Servicio del Hospital Rawson durante veintitrés años a partir de 1905, Jefe de sala V del Hospital de Clínicas, y fundador y director del Instituto Nacional de la Nutrición, la carrera académica de Escudero fue brillante.
El fundador de la Escuela Municipal de Dietistas, rodeado por sus primeras discípulas.
Presidente de la Asociación Médica Argentina (1919-1922), Profesor Suplente de Clínica Médica a los treinta y cinco años, Profesor Titular de dicha materia (nombrado en 1921) a los cuarenta y tres, Miembro Titular de la Academia Nacional de Medicina (designado en 1928, en el sitial número 6) a los cincuenta y uno, y Profesor fundador de la Cátedra de Nutrición a los sesenta años, fue designado finalmente Profesor Honorario, cuando cumplidos los setenta años debió abandonar la docencia por el límite de edad.
Con la primera promoción de egresadas de la Escuela Municipal de Dietistas.
En 1927 Escudero inició una campaña de divulgación del que resultara su principal objeto de estudio, el mecanismo de la nutrición humana, con el propósito –según declaró- de "divulgar una información científica que no debe ser patrimonio exclusivo de profesionales y profesores". Poco después lo designaron miembro de la Comisión Permanente para el Estudio de la Alimentación del Hombre Enfermo, rama de la Asociación Internacional de los Hospitales con asiento en Bruselas. El nombramiento indica la repercusión alcanzada por sus investigaciones, tributarias de una concepción de avanzada para la época, la cual partía del entendimiento de que el problema alimenta-rio en el mundo debía considerarse como " un problema al mismo tiempo higiénico, económico y social".
El doctor Pedro Escudero logró, tras intensas gestiones, que el Honorable Consejo Deliberante de la Municipalidad de Buenos Aires sancionara en octubre de 1933 la Ordenanza N° 4961, de creación de la Escuela Municipal de Dietistas. Fue sin lugar a dudas, junto con la creación del Instituto Nacional de la Nutrición, una de sus mayores obras. Años después, en un artículo a propósito del centenario de Escudero, escribió Elena Musmanno, graduada en la primera promoción de 1938: "Debemos al profesor Escudero la aplicación del término 'dietista' a una particular profesión femenina. Consustancia la índole de la mujer, paciente, cuidadosa en los detalles, apasionada por todo lo que significa la asistencia de sus semejantes. En una palabra, por esa irradiación íntima de maternidad que la define. Esta interpretación fluye de muchas citas y actitudes del doctor Escudero a lo largo de su consagración a la especialidad. Está por otra parte corroborada por el autor del término, doctor Atwater, en los comienzos de la ciencia de la nutrición, para individualizar al experto en el uso científico de la alimentación de sanos y enfermos".
El doctor Pedro Escudero con parte de su equipo de colaboradores.
Escudero escribió varios libros y dedicó su larga vida –falleció en Buenos Aires, el 23 de enero de 1963- al estudio de la alimentación, convencido de que dependía de su buen uso la curación de numerosas enfermedades. De ahí que creara en 1945 la Cátedra de Cocina Dietoterápica. Y que planeara, con tanto fundamento como también serena responsabilidad, que "el alimento es el mejor capital que se debe aprender a manejar".
Fuente: ROEMMERS. 90 años junto a la medicina argentina. TOER EDICIONES.